Sabías que...

 La sangrienta traducción de la Biblia


Antiguamente, los traductores tenían un poder mayor que el de hoy día, pues la mayoría de las personas no sabían muchos idiomas por lo que si veían un texto traducido, para ellos este representaba la verdad absoluta, ya que carecían de conocimientos para saber si la traducción se había llevado a cabo de forma correcta o no.

Por esta razón, cuando se mandó a traducir la biblia en algunos idiomas, los fallos costaban muy caros...    Si la traducción de la Biblia no era la correcta, en muchos lugares se castigaba con la pena de muerte, dado que la Biblia era el libro sagrado y suponía la verdad absoluta, y ni que decir tiene cuán perseguidos eran aquellos traductores que no eran creyentes y aprovechaban la traducción de la Biblia para añadir en la misma algunos aspectos en contra de la religión.

Estos eran movimientos duros por partes de los traductores que en su compensación tenían unos duros castigos; por suerte con el paso de tiempo esta idea se fue disipando además de que el nivel de conocimiento de la población media fue creciendo y si una traducción no tenía sentido, empezaba a ser cuestionada si lo traducido era correcto o no.

Estas impresionantes curiosidades son contadas por Javier Calvo en su libro El fantasma en el libro, libro en el cual este escritor y traductor narra la historia de la traducción en Occidente, abarcando desde datos como este hasta económicos, cuestionando el valor que se le han dado a las traducciones a lo largo de la historia y cómo ha ido evolucionando con el tiempo. 

Supone un libro muy interesante y contiene muchísima información fácil de leer y comprender y qué mejor que hacer una recomendación de su libro sobre la traducción en un blog sobre traducción.




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